Los amantes se adueñan de las calles emblemáticas de París, dejando a su paso el aroma de su pasión floreciente. Paris florece y vibra junto con ellos, despertado por la intensidad del amor. Se mueven al ritmo del viento, robando sus hermosos momentos de amor y libertad. Es vertiginoso y sensorial. Es el camino apasionado del amor que todos quieren seguir. Mujeres poderosas y carismáticas, confiadas y asertivas que aman y viven la pasión de su amor de manera excesiva y apasionada, rompiendo las reglas establecidas. El icónico frasco de Mon París se inspira en las diversas facetas del amor y de la feminidad. La transparencia del vidrio revela un color de jugo rosa claro, como una alegoría de la sensualidad.Elegante y atemporal, este es realmente vanguardista y rockero, gracias al contraste de colores del jugo rosa y lavalliere negro, la mezcla de organza y el tejido de cuero de lavalliere, que se viste con flores de cristal real.
